CARNE DE CERDO (35,3%) Y POLLO (22,9%) La combinación de diferentes proteínas nos permite aportar todos los nutrientes necesarios en una comida. La carne de cerdo aporta proteínas de calidad, por lo que es una receta muy digestiva y sana para perros con intolerancias o problemas digestivos, o ideal para un cambio de dieta progresivo. La carne de pollo es fuente de proteína y ácidos grasos Omega 6. Contiene aminoácidos y glucosamina que ayudan a mantener los huesos sanos. 

(*) contiene hueso carnoso de pollo

PATATA (22,9%). Aporta fibra que alimenta la microbiota intestinal y favorece la producción de ácidos grasos de cadena corta esenciales para una buena salud gastrointestinal.

TRIPA DE TERNERA (5,3%) Rica en nutrientes esenciales, vitaminas (como B12) y minerales (como zinc y hierro). Contiene también ácidos grasos que contribuyen a una piel sana y pelaje brillante.

HÍGADO DE POLLO (2,6%) Y TERNERA (1,8%)  La combinación de diferentes proteínas nos permite aportar todos los nutrientes necesarios en una comida. El hígado de pollo aporta hierro y vitaminas del complejo B; el hígado de ternera aporta hierro, vitaminas del complejo B y cobre.

GUISANTES (1,7%). Con vitaminas A, C, E y K, y varias vitaminas B. También contienen luteína y zeaxantina, componentes que ayudan a retrasar el envejecimiento de las células y mantener una buena visión.

ZANAHORIA (1,8%). Aportan gran cantidad de fibra por lo que mejoran el tránsito intestinal y mejoran la digestión. Mejores cacas, vamos.

JUDÍAS VERDES (3,5%). Tienen propiedades antioxidantes, digestivas, energéticas y son ricas en vitaminas A y C.

REISHI EN POLVO (0,1%). Contiene antioxidantes, betaglucanos y triterpenoides y es una fuente muy rica de selenio orgánico, que es fundamental para el sistema inmunitario y el metabolismo.

Fécula de patata y fibra de guisante (1,5%), sustancias minerales (0,3%), aroma natural (0,3%).